Nuestra delegación Erasmus ya se encuentra en casa tras una densa e intensa semana de vivencias y aprendizajes en Chipre, donde del 13 al 20/05/2016 se ha celebrado el primer encuentro de nuestro proyecto E+ KA2 "Play with me and teach me: tradition and modernity in active teaching". Dña. Julia Morales, quien ha ejercido de fantástica reportera para nuestra web, cierra el periplo narrativo de su aventura europea relatándonos cómo transcurrió su último día en Limassol. Esto nos cuenta la Srta. Julia: "Nuestro último día en Chipre fue especialmente intenso. Las clases comenzaron, como todos los días, a las 7:45. Nada más llegar, los maestros invitados, nos dirigimos a un gran panel preparado para que pincháramos en él los logos que los niños de los diferentes países habían diseñado para representar a partir de ahora esta experiencia Erasmus. La verdad es que era difícil saber en ese momento cual sería el logo ganador. Todos tenían mucha calidad. A continuación, todos los maestros invitados nos dirigimos a una de las aulas para participar en un taller de dramatización. Dirigió toda la actividad una de las maestra chipriotas. Comenzó haciendo que rompiéramos el hielo entre nosotros proponiéndonos diferentes juegos de roles, primero en gran grupo y después por parejas. Hizo que fuéramos perdiendo el miedo al ridículo, que nos pusiéramos en el lugar del otro, que nos relajáramos y, al final, que describiéramos al resto del grupo cuál podría ser nuestro propio lugar imaginario para sentirnos maravillosamente bien. Estas técnicas son muy válidas para trabajarlas con los alumnos en el colegio. Con ellas se desarrolla la llamada inteligencia emocional, de la que tanto se habla últimamente. Tras participar en esta curiosa sesión, nos dirigimos hacia el salón de usos múltiples. Allí ya estaban colocados todos los alumnos de Primaria del colegio, y todos los chicos Erasmus invitados. Allí, un representante de cada uno de los países invitados tuvo la gentileza de presentar a todos los asistentes su colegio y la ciudad en la que está enclavado. Después, alumnos del colegio de Chipre fueron entregando regalos a los distintos representantes de los países invitados: juegos didácticos para llevarlos a los distintos colegios, y una preciosa flauta hecha de caña por algún artesano local. En el escenario ya estaban esperando un grupo de músicos con instrumentos de cuerda que hicieron las delicias de todos los presentes. Interpretaron canciones populares que tanto niños como maestros chipriotas se sabían de memoria. Y, al final, nadie pudo evitar la tentación de salir al centro del salón a bailar danzas tradicionales de la isla. Debemos destacar la importancia que tiene que los niños conozcan el folklore propio de su tierra. Es una seña de identidad que une a los individuos de una comunidad. Era muy emocionante ver cómo todos los chipriotas allí presentes acompañaban a esos músicos con sus bocas cantando y con sus cuerpos danzando. Todo acabó en una gran fiesta de despedida. Tras desfogarnos un poco, retomamos el concurso de logos Erasmus. Salimos del salón de usos múltiples y nos dirigimos hacia el gran panel en el que estaban expuestos. Tanto alumnos como maestros pudimos votar por nuestro preferido. Tras la votación y el correspondiente escrutinio, el logo ganador resultó ser uno polaco. El elegido presentaba un precioso tren cuyos vagones simbolizaban cada unos de los países intervinientes en esta gran experiencia. Dentro de cada vagón estaban los juegos didácticos que cada colegio ha ido elaborando en los últimos meses. Y, por último, el gran momento. Por fin los niños pudieron disfrutar de esos juegos didácticos que con tanto cariño hemos diseñado y elaborado para compartirlos con nuestros socios europeos. El equipo Erasmus fue el primero en pisar la isla de Chipre y también tenía que ser el primero en dejarla. Como siempre, haciendo gala de una magnífica hospitallidad, nuestros amigos chipriotas nos tenían preparada una deliciosa muestra de entrantes para que comiéramos antes de partir hacia el aeropuerto y poner fin a nuestra gran aventura. A las 16:00 horas estábamos ya montados en el avión que nos trasladaría a Atenas. Y de allí cogimos otro avión que nos llevó a Madrid. Y de allí cogimos un autobús que nos dejaría sanos y salvos en nuestro querido pueblo, Villafranca de los Barros. Con esto termina el relato de una aventura, de una experiencia, de una convivencia, de un aprendizaje y de una vivencias que nunca jamás podremos olvidar. Gracias a todas las familias chipriotas de acogida que tan bien han cuidado a nuestros chicos.Gracias a esos compañeros europeos por su amistad y por su hospitalidad y generosidad. Gracias a nuestro compañero Diego Alias por seguir nuestra andadura paso a paso, minuto a minuto, y por haber sido una de las personas que han hecho posible este milagro. Gracias a mis compañeras Jero y Mari Ángeles Peña por ser las perfectas compañeras de viaje. Gracias a esas cinco niñas y a ese niño por demostrarnos su capacidad de adaptación, de aprendizaje y de buen comportamiento. Y gracias a las familias de nuestros maravillosos chavales por depositar toda su confianza en nosotras. Gracias a todos por haberme dado la oportunidad de aprender y de crecer como persona y como maestra. Gracias". No olvides dejar tu comentario!!!!
