Tercer día en Split. Me levanto temprano y a las 09:00 comienza la primera clase teórica con la profesora Ivana Restović. Comenzamos con una introducción al desarrollo sostenible donde reflexionamos sobre los problemas actuales como el cambio climático y vemos posibles soluciones o mejoras que beneficien al medio ambiente y reviertan dicho cambio.
En dicha clase también relacionamos el tema con las movilidades Erasmus+ en las cuales, mediante el trabajo conjunto a nivel europeo se persigue el objetivo de conseguir una Europa y un mundo mucho más sostenible. Intercambiamos opiniones sobre los 17 objetivos para conseguir un desarrollo sostenible, objetivos que tenemos muy presentes en este curso escolar y que podemos ver dibujados tanto en la entrada principal del centro como en la entrada trasera desde el porche del patio del recreo.
Para amenizar la clase continuamos con un juego de mesa que puede descargarse en pdf en diferentes idiomas y que ayuda a mejorar el pensamiento crítico y favorece la práctica de la oralidad que es tan importante en la actualidad. Dicho juego está relacionado con el desarrollo sostenible y el cuidado de nuestro entorno. https://go-goals.org/es/material-descargable-2/.
Terminamos la clase visionando un vídeo de youtube muy corto sobre el cambio climático y que es fácil de entender para el alumnado: https://youtu.be/G4H1N_yXBiA?si=d4e1GZNt2_aFqHgE y descubriendo cuál es nuestra huella ecológica a través de una página web muy intuitiva: https://www.footprintcalculator.org/home
Varios compañeros/as expusieron presentaciones sobre cómo contribuyen a un desarrollo sostenible en sus centros escolares pero, debido a que ya habíamos sobrepasado la hora de finalización de la clase no todos pudimos exponer.
A las seis de la tarde comenzaba una ruta guiada por la zona centro de Split. El punto de encuentro fue la estatua de Gregorio de Nin (obispo del siglo X). Cuenta la leyenda que si se le toca el dedo gordo del pie y pides un deseo, éste se cumple. Es por ello que dicho dedo tiene un color dorado. Muchas personas lo tocan para pedir sus deseos.
Justo nos estaba esperando nuestra guía y allí estaba un compañero llamado Ludovic procedente de la isla de La Reunión (isla cercana a Madagascar). Cuando se conformó el grupo comenzamos con el tour y empezamos la visita desde la entrada principal del Palacio Diocleciano. También pudimos ver la parte más destruida del lugar, sobre todo durante la Segunda Guerra Mundial.
Recorrimos varias calles que hay en el interior del palacio y entramos en su sótano donde pudimos observar piedras de 5 mil kg mínimo que fueron utilizadas junto con polvo volcánico como cemento para construir las paredes. Nos contaron que, en la era diocleciana, por la puerta sur había un barco esperando por si entraban en el palacio y así el emperador Diocleciano pudiese escapar montando en él rumbo a Italia que estaba a 7 horas de viaje.
Tras terminar la ruta me dirigí hacia el apartamento a descansar tras un provechoso día de curso y de visita local.
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