SMALL DIARY ABOUT OUR STAY IN ITALY: LAST DAY

7:00 de la mañana. Último día de nuestra aventura Erasmus en Palermo. Llueve, la ciudad nos despide del mismo modo en que iniciamos esta experiencia. Hoy toca despedida, hacer maletas y emprender camino de vuelta a casa, pero antes tour turístico a pie por el centro de la ciudad.

Desayuno, pago el hotel, subo a la habitación, cierro maletas y las bajo a recepción junto a las de nuestros chicos, que ya están dispuestas en recepción junto al árbol de Navidad. 9:00 h., iniciamos tour por el casco antiguo de la capital siciliana con el gran Rosario como guía excepcional durante gran parte del recorrido. Entramos en San Giovanni, donde una guía turística nos enseña su precioso claustro, sus bóvedas, frescos y nos comenta su historia en inglés a través de unos auriculares. Me alegra comprobar que soy capaz de entender gran parte de sus explicaciones. Próxima parada, Porta Nuova.

Durante el recorrido sondeo las impresiones de Matylda y Arzu, coordinadora polaca y turca respectivamente, para saber si tienen algún impedimento para venir a España en mayo, ambas me dicen que no. De igual modo, mantengo una agradable conversación con Luciana sobre la historia de Italia, sus comunidades y los distintos dialectos que se hablan en su país.

Tras Porta Nouva, alto en el edificio del Parlamento y seguimos calle abajo hasta llegar a la preciosa Catedral de Palermo, más bonita por fuera que por dentro, según nos cuenta la guía. Allí nos esperan nuestros chicos, quienes han hecho el mismo recorrido que nosotros con antelación. Son las 11:15 h, nos tenemos que despedir,  a las 12:00 h. nos recoge el autobús en la puerta del hotel para llevarnos al aeropuerto. Entro cinco minutos en la Catedral, no quiero desaprovechar la oportunidad de verla por dentro y de escuchar brevemente la historia de Santa Rosalía.

Son las 11:25 h., no podemos entretenernos más, tenemos 30 minutos a pie hasta el hotel. Profesores y alumnos iniciamos despedidas de nuestros socios. Nuestros chicos se abrazan a sus amigos italianos, no quieren separarse, protagonizan sin duda uno de los momentos más bonitos de nuestra estancia en Italia. Besos, fuertes abrazos y lágrimas, muchas lágrimas, conforman una emocionante despedida que me pone un nudo en la garganta. Dña. Lola no puede contener las lágrimas. Ha sido una semana de intensa convivencia y en poco tiempo nuestros chicos han tejido estrechos lazos  de amistad con sus colegas italianos. Andrea llora desconsolada y no para de decir que no se quiere ir.

Por fin logramos arrancar, no sin antes inmortalizar esos momentos para la posteridad en forma de vídeo e imágenes. Antonella se presta a acompañarnos hasta el hotel, pero amablemente declino su ofrecimiento, nos conocemos perfectamente el camino. En el trayecto, paro en una panadería y compro tres barras de pan. Las bandejas envasadas al vacío con productos ibéricos de la tierra nos vendrán de perlas hoy para comer.

12:00 h, llegada al hotel, servicio, cogemos maletas y montamos en el autobús rumbo aeropuerto. Tráfico pesado, como siempre para salir de Palermo; ya en autovía, lluvia hasta aeropuerto. En el trayecto nuestros chicos comparten con nosotros sus experiencias animadamente. Nunca había visto a Marina y Andrea tan locuaces. Ya en aeropuerto nos dirigimos a la zona comercial donde encontramos unos bancos libres junto a una pequeña mesa que nos viene de perlas para poner las bandejas de jamón, queso, chorizo, salchichón, etc… Con pan italiano no sabe igual.

Tras almuerzo sacamos tarjetas de embarque, facturamos maletas, pasamos por control de seguridad y emprendemos primera etapa de nuestro viaje de vuelta rumbo a casa con escala en Barcelona con más de una hora y cuarto de retraso. El viaje se me pasa volando, nunca mejor dicho, un empresario siciliano afincado en Barcelona desde hace 37 años es el responsable de ello. Hablamos de Sicilia, de la crisis, de las diferencias norte-sur en Italia, y como no, del independentismo catalán, aspecto este último en el que no nos entendemos del todo.

El retraso en Palermo hace que nuestra escala en Barcelona se reduzca a unos treinta minutos, lo cual se agradece; aun así también salimos con una hora de retraso de Barcelona rumbo a Sevilla. El comandante nos informa que llueve en la capital andaluza. Turbulencias. Ya en Sevilla recogemos nuestras maletas e iniciamos la última etapa  vuelta a casa en autobús. Dejamos Sevilla con lluvia fuerte. Durante el viaje nuestros chicos no paran de hablar, de reír, de contar anécdotas y de acordarse de los muchos y buenos amigos que han dejado en Italia. Entramos en Zafra a dejar a D. Daniel, ya nos quedan quince minutos. Me duele la espalda de estar tanto tiempo sentado.

Por fin llegamos a Villafranca, el viaje ha sido largo.  Guiados por la policía local, luces de emergencia encendidas, paramos en la puerta del Cole donde las familias emocionadas nos reciben con júbilo y gran alboroto. Emocionante e inesperada sorpresa, con pancarta y cava incluido para celebrar el exitoso final de esta aventura. Vaso de cava en mano, compruebo en las caras y en los comentarios de los padres y madres de los chicos que han tenido la oportunidad de viajar a Italia su enorme satisfacción y agradecimiento porque la participación de nuestro Cole en Erasmus haya podido brindar a sus hijos esta increíble experiencia. Muy contento de ver nuevamente a mi mujer e hijos, estaba deseando verles.

1:15 de la mañana, me voy a casa "machacao", pero muy feliz y tremendamente satisfecho del trabajo realizado. 

Aquí termino la redacción de este pequeño/gran diario, no sin antes agradecer a los chicos su extraordinaria actitud y comportamiento, a sus padres la confianza que han depositado en nosotros, a mis compañeros del Cole que han cubierto nuestra ausencia y, muy especialmente a Dña. Mari Ángeles, alma mater de este proyecto, y a mi familia por estar siempre a mi lado en cada nueva aventura que emprendo. Esta etapa ha concluido, pero nuestros proyectos europeos continúan.

Un fuerte abrazo. Erasmus en estado puro.

Diego Alías