6:30
de la mañana. Suena el depertador. Me despierto con algo de sueño,
ayer me quedé hasta tarde escribiendo en el blog. Aún así, es una
responsabilidad que asumo gustoso de forma voluntaria, pues de otro
modo, no tendría mucho sentido para mí realizar este tipo de
experiencia. Podría difundir la experiencia a toro pasado como hacen
la mayoría, o con un simple tuit y una foto, pero no sería lo
mismo. El que todos los alumnos del cole, sus familias y mis propios
compañeros conozcan casi en tiempo real lo que estoy haciendo a
diario a miles de kilómetros de distancia y sean partícipes de mi
aventura, es para mí una gran satisfacción de la que me siento muy
orgulloso. Los cientos de visitas al blog desde que estoy en
Escandinavia y las decenas de entradas y comentarios son buena
muestra de ello. Tengo asumido que salir de Erasmus es volver a casa
con muchas horas menos de sueño y con algún kilo de menos!
Hoy
comienzo el trabajo en distintos centros educativos de Primaria y
Secundaria en los que voy a tener la oportunidad de dar clase de
Educación Física o estar con Silvia en sus clases de lengua
materna. Espero vaya todo bien.
7:00
h. Preparo mis cosas, mochila al hombro y me dirijo a la estación
central de autobuses de Lund, la cual se encuentra muy cerca del
hotel en el que me hospedo. No me da tiempo a desayunar, tengo que
coger el bus a las 7:20 para dirigirme a la casa de Silvia y el
comedor lo abren justo a las 7:00 h. De ahí mi comentario anterior
de los kilos. Ya en casa de Silvia cogemos su coche para ir a la
primera escuela de nombre Tunaskolan. De camino al colegio me llama
la atención la arquitectura de las casas, sus jardines y zonas
verdes, la disposición de los edificios, y de nuevo, ver a niños,
jóvenes y adultos dirigiéndose en bici a su escuela o trabajo. Los
carriles bici se extienden por toda la ciudad e incluso hay semáforos
específicos para ellos. Es obligatorio el llevar casco hasta los 15
años, si bien los adultos son muy pocos los que lo llevan. Me gusta
especialmente las bicicletas que tienen el carrito delante donde
llevar a los niños, el perro o las bolsas de la compra; me dice
Silvia que son unas bicicletas de diseño danés muy caras que
alcanzan los 1.200€.
Los
suecos tienen un alto grado de conciencia medioambiental y se sienten
muy identificados con la naturaleza y su cuidado. Me dice Silvia, que
es tal su compromiso en este sentido, que recientemente se ha
producido una gran polémica debido al sacrificio de un cisne en
Malmo que al parecer se puso agresivo con un piragüista, y que
incluso existen señales de tráfico que indican precaución por el
paso de gansos o cisnes.
8:00
h. Llegamos a la escuela Tunaskolan donde Silvia da clase de español
a 4 alumnos. Me enseña un poco el centro y esperamos en la entrada a
que lleguen sus estudiantes. Mientras, hago fotos del mobiliario y
disposición de los elementos del patio que me llaman la atención.
Los niños comienzan las clases a las 9:00 h, pero hay un aula
matinal en el patio vigilada por monitores de 8:00-9:00 h. Una de
ellas se acerca a nosotros para decirme que está prohibido hacer
fotos de los alumnos y que las borre. Entiendo su preocupación y su
obligación por cumplir las normas, pero no es mi intención publicar
la imagen de ningún niño. Llegan tres alumnas de Silvia, uno de
ellos falta hoy por graves problemas de salud de su mamá. Con tan
pocos alumnos es muy difícil plantear una sesión de Educación
Física al uso, por lo que Silvia y yo nos integramos en el grupo a
fin de incrementar su número. Todas son alumnas cuya madre/padre es
español o latino y tienen al castellano como lengua materna. El
objetivo fundamental del Instituto de Lenguas Maternas es hacer que
no se pierda la lengua materna en estos niños, muchos de ellos
nacidos en Suecia, que apenas hablan español en sus casas. Me dice
Silvia que todos estas alumnas entienden el castellano, pero que les
cuesta comunicarse. Iniciamos la sesión, me presento y les hago
alguna pregunta simple para comprobar su nivel de comprensión,
establecemos normas, calentamos y les enseño varios juegos. Observo
que los ejemplos y demostraciones facilitan mucho la comprensión de
las reglas básicas de los juegos; es lo bueno que tiene la Educación
Física, que un ejemplo vale más que mil palabras. Parecen tímidas
y al ser un grupo muy reducido y el estar trabajando en el patio con
muchos alumnos jugando a su alrededor tampoco facilita mucho las
cosas, por lo que me esfuerzo por integrarlas en las actividad,
motivarlas, hacer que participen y mantener su atención. Varios
juegos en forma de pilla-pilla con balón, pies quietos o el
cocodrilo, entre otros, dan forma a una sesión en la que el objetivo
fundamental era que las chicas se comunicaran. Terminamos como
siempre en nuestro cole con nuestro grito de guerra, pero en este
caso en español: ¡¡¡Me encanta la clase de Educación Física!!!
Dejamos
Tunaskolan y nos deplazamos a otro centro llamado Osterskolan situado
varios Kilómetros de Lund donde Silvia tiene dos alumnos, los
cuales, tras las presentaciones, me enseñan el centro y sus
dependencias mientras hablan español. Del centro me gusta
especialmente la plaza, un espacio común donde realizan actividades
o bien los alumnos pueden descansar en un sofá o bien jugar; la
biblioteca, donde tienen un árbol dentro, troncos de madera cortados
para sentarse y enormes bobinas de cable industrial a modo de mesa; y
por último, el patio de juegos, muy en la línea de integrar el
medio natural y recursos como piedras, troncos, arena, hojas o palos,
en sintonía con la propuesta de Siro López de transfomación de
espacios educativos de su libro “Esencia”. Me encanta su patio de
juegos y creo que a Mari Ángeles también le encantaría, pues es un
espacio verde, abierto y promotor tanto de actividad física como de
creatividad y fantasía. Por cierto, antes me di cuenta que los
profesores que vigilan el recreo llevan puesto un chaleco amarillo
para su rápida identificación por parte de los alumnos y profesores
en caso de ser requeridos con urgencia.
Uno
de ellos, con ojos azules y de padre alabaceteño parece muy
espabilado y listo, comprende el español muy bien y se comunica con
cierta fluidez; la otra chica apenas entiende nada ni habla en
castellano. A la hora del almuerzo a eso de las 11:00 h. todos los
chicos se van al comedor a almorzar, donde se sirven un menú
saludable compuesto por arroz, zanahoria, lechuga, pimiento rojo,
unas bolitas de no sé qué eran, una salsa ligera, pan y leche. Los
chicos van pasando con su plato por el buffet y se van sirviendo. Yo
también hago lo propio y me siento en frente del chico con orígenes
manchegos a comer algo, quien me dice que este verano viajarán en
coche a España con toda su familia, a la par que hace las veces de
traductor de lo que el resto de niños le piden que me diga.
Finalizado el almuerzo nos trasladamos andando hasta un polideportivo
municipal donde los chicos tienen clase de natación. De camino, por
callejas estrechas y tranquilas de un barrio residencial, hago fotos
a casas que parecen más bien sacadas de un cuento o de alguna
revista. Ya en el polideportivo, la profesora organiza la sesión de
trabajo de los alumnos, se cambian y se meten en el agua por grupos
donde practican la técnica de braza en la mita de la piscina. La
otra mitad de la piscina está siendo utilizada por el profesor de
Educación Física del instituto que se encuentra justo al lado del
polideportivo, Paul Viktor, y con el que he tenido ocasión de
intercambiar correos para estudiar la posibilidad de enseñar EF en
Inglés a sus alumnos de 7º grado, el equivalente a 1º de la ESO en
España. La escolaridad obligatoria tiene una duración de nueve años
en Suecia y se imparte en las escuelas básicas a los niños de entre
7 y 16 años.
Saludo
a Paul de forma afectuosa y cordial, quien se muestra conmigo muy
cercano y afable, lo cual le agradezco. Percibo que se alegra de
conocerme; la verdad es que no parece sueco. Nos comunicamos en
Inglés sin problemas mientras preparamos los materiales que voy a
utilizar durante la sesión y recibimos a los alumnos en el gimnasio.
Un gimnasio enorme con graderío incluido dotado de cortinas
separatorias y numeroso material que ya lo quisiera yo para mí,
sobre todo por lo espacioso y por la acústica. Llegan los alumnos,
grupo numeroso de 25, pero con buen comportamiento y buena actitud.
Tras la presentación inicial, calentamos y les enseño varios juegos
predeportivos de estrategia y búsqueda de espacios que noto son de
su agrado. Observo en sus caras que se lo están pasando bien, que
están motivados y que soy capaz de hacerme entender en Inglés. Para
finalizar hacemos un par de juegos de vuelta a la calma que, pienso,
les dejan con un buen sabor de boca. Nos despedimos con un fuerte
aplauso por el trabajo bien hecho y, como no, con nuestro grito de
guerra: “I love Physical Education lesson”. Tengo que agradecer a
Paul su amabilidad por dejarme entrar en su clase y a los chicos por
hacerme pasar tan buen rato. Mientras llega Silvia, intercambio
opiniones sobre nuestra área con Paul y le hago entrega de un
pequeño detalle que le he traído desde España en agradecimiento
junto a unos folletos turísticos de Extremadura y de Villafranca.
Intercambiamos teléfonos, nos hacemos fotos y hablamos de mantener
el contacto. Todo un placer, me he sentido muy agusto, gracias!
Finalizada
la sesión, me dirijo al aula donde está Silvia en clase de español
con dos alumnos, a la postre, chicos que había tenido ocasión de
conocer en la sesión anterior. Pasamos un buen rato, mientras me
cuentan cosas de su escuela, sus familiares en España y los deportes
que practican, entre otros temas. Los chicos hablan muy bien
castellano y comprenden todo, se nota que en su casa, sus padres se
preocupan por hablarles en español para que lo refuercen y no lo
pierdan. Ambos son muy buenos deportistas y sueñan con llegar ser
profesionales del deporte. Terminamos a eso de las 16:00 h.
De
regreso al hotel, Silvia y yo ponemos fin a la jornada en una
pastelería donde Silvia me invita a un dulce y un refresco bien
merecido por ambos. En el hotel, como ya es costumbre, abro mi diario
y me pongo a compartir mi experiencia de hoy con todos vosotros. La
primera jornada ha sido intensa, la planificación del programa para
mañana es algo más tranquila.
Espero
todo bien por el cole.
Erasmus
en estado puro.
Un
fuerte abrazo desde Lund.
Diego
Me alegro que los alumnos disfrutarán de tus clases. Las instalaciones del cole muy chulas. Hay que comer más. Jeje
ResponderEliminarJajaja...como dice la Srta. Inma, no me da la vida! Muchas gracias por estar siempre pendiente. Un abrazo!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue chulo gimnasio
ResponderEliminarMuchas gracias Eladio por tu comentario y por leer el blog. Me alegro te esté gustando. Un abrazo. Nos vemos pronto!
EliminarExperiencia enriquecedora e intensa la de hoy!!!!! Estupendo Diego, sigue sumando momentos agradables,!!! Saludos!!! Todo bien por el cole.
ResponderEliminarMe alegro todo bien por el cole. Sí, día intenso el de hoy, pero muy satisfactorio. Muchas gracias Concha. Vamos calentando motores para el sábado!!
ResponderEliminarUn día agotador ... Pero muy bien aprovechado, a seguir conociendo, aprendiendo y disfrutando.
ResponderEliminarMuchas gracias Ana por tu comentario y tus buenos deseos. Espero todo bien por el cole. Un abrazo!!
ResponderEliminarTe imaginas en España semáforos para los animales? Un abrazo.
ResponderEliminarNosotros también tenemos señales que nos advierten de animales. Muchas gracias Manolo por estar pendiente al blog.
EliminarUn abrazo.
Buen tercer día compañero por lo que leo 👏👍 que envidia ese aula de cocina que veo, ¿CUÁNDO LLEGARÁ EL DÍA EN EL QUE AQUÍ SEA UN AULA NORMAL TAMBIÉN? 😪👍 te seguimos desde la distancia 👍 esto continúa, un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por seguirme tan de cerca a miles de kilómetros; se agradece! Un abrazo.
EliminarHola Diego. Me alegro que estés disfrutando. Es verdad que cuando salimos fuera nos llama la atención muchas cosas q nos gustaría tener: esas zonas verdes, equipación, espacios de trabajo. Con tu diario y tus fotos, vivimos junto a tí la experiencia de estar en otro país. No pierdo detalle.
ResponderEliminarUn saludo.
El choque cultural, social y educativo es grande y te permite contrastar y valorar lo que tenemos, que no es poco. Muchas gracias por vivir la experiencia a través de mi blog; ya sabes que para mí es un placer. Un abrazo.
EliminarNo tengo palabras
ResponderEliminarlos colegios,los parques,las casa ...todo asombroso.
ResponderEliminarlaura gonzalez
Madre mia como molan los parques y las casas.ME CHIFLA SUECIA!!
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