SMALL DIARY ABOUT MY STAY IN LUND. DAY2_19_5_2019

Estaba plácidamente dormido cuando una traca de cohetes me interrumpen el sueño a eso de las 24:00 h; por un momento pensé que se debían a la victoria de Dinamarca en Eurovisión. A la mañana supe que eran el fin de fiesta de un espectáculo en el gran parque de atracciones de Copenhague, el Tivoli, y que Dinamarca no había ganado el concurso. No tardo en retomar nuevamente el sueño. Comienza a amanecer, son las 5:00 de la mañana, si bien aguanto en la cama hasta las 7:00 h.

Hoy se celebra el maratón de Copenhague. En la recepción del hotel se dan cita corredores de distintas nacionalidades, españoles también, preparándose para la carrera. Aunque no estaba en mis planes, mientras desayuno busco la hora de inicio y lugar de la prueba, y me dirijo al lugar de salida, no sin antes dejar la maleta preparada. Camino durante 30 minutos para llegar al punto indicado junto a numerosas personas que no quieren perderse el evento. Ya en la salida la gente va tomando posiciones a un lado y otro de la carretera para animar a los corredores mientras los tambores de un grupo de percusión marcan el ritmo. 10.000 corredores, que se dice pronto, toman la salida. Como no puede ser de otro modo, en el grupo de cabeza, los negros, y detrás, los blancos. Me impresiona y emociona ver a tanta gente corriendo al mismo tiempo y es que como dice el lema de la prueba “Sport is for every body”. Hombres, mujeres, adultos, jóvenes, discapacitados, militares, personas mayores, incluso niños a quienes llevan sus padres en carrito, corren con el objetivo de terminar la prueba. Tengo vídeos de todo esto para mostraros, pero la velocidad de subida de internet en el hotel me hace imposible subirlos a mi canal de youtube; ya los subiré en el el colegio y os los mostraré.

Tras la maratón, vuelvo al hotel, cojo la maleta y me voy a la estación de Norreport donde tengo que coger el tren para dirigirme a la ciudad de Lund en Suecia, una ciudad muy tranquila que alberga una de las más importantes universidades del país. La ciudad, de unos 100.000 habitantes, cuenta con una población de unos 40.000 universitarios. Cruzo en tren el Estrecho de Oresund a través del puente que une los dos países, una auténtica maravilla de la ingeniería, que tuve ocasión de comentar en un antiguo post de este blog. Durante el trayecto, ojeando una revista del tren, al pasar una de sus páginas, me encuentro un dollar! Quizá sea esta una señal de suerte o de fortuna premonitoria de que todo va a ir bien durante la movilidad, quiero pensar. Tras la parada de Malmo, Lund c, la mía, cojo la maleta, me cuelgo la mochila y me bajo del tren. Me resulta curioso ver que en la propia estación de tren hay un espacio para guardar las bicicletas.

Ya en Lund me dirijo al hotel con dificultad; las calles adoquinadas no ayudan a que las ruedas de mi pesada maleta rueden con soltura, quedándoseme atasacada varias veces y teniendo que hacer un esfuerzo extra para hacerla rodar. Me instalo en el hotel, aunque pequeñito y modesto, nada que ver con el de Copenhague; esto es otra cosa, muy bien situado, con baño propio y con una buena mesa donde poder trabajar. 

A las 13:00 h. he quedado con Silvia para conocernos y pasar la tarde. Tras numerosos contactos vía email por fin tenemos la oportunidad de conocernos personalmente. Nos saludamos con afecto, nos alegramos de vernos e intercambiamos regalos. Durante la larga tarde juntos, de camino a Malmo, hacemos una parada en Hjarup, una pequeña población con casas de colores de inspiración alemana y callejones estrechos con mucho encanto. En Malmo, la tercera ciudad más poblada de Suecia (300.000 habitantes), Silvia me indica los principales enclaves de la ciudad mientras nos dirijimos a una de las playas más populares de la ciudad. El día está soleado y la temperatura roza los 23 grados, por lo que es normal ver a numerosos suecos disfrutar de la playa e incluso bañarse. Antes de llegar a la playa hay una gran pradera de hierba donde se puede ver a la gente tomando el sol. Los suecos, según me dice Silvia, tienen uno de los índices de cáncer de piel más altos del mundo, debido a su exposición al sol. Tras la oscuridad y frío del invierno entiendo que se pongan al sol como los lagartos en cuanto llegue el buen tiempo. Damos un paseo por la playa, no nos falta conversación durante toda la tarde. Abandonamos Malmo para dirigirnos a otra playa a la cual se accede atravesando un bosque y que cuenta con un largo muelle que se adentra en el mar donde podemos ver a niños y adolescentes que se están bañando. Finalicemos el tour turístico en Lomma, visitando su playa, su muelle y su puerto; bonito puerto con las embarcaciones amarradas en el que nos tomamos un helado. En todas las heladerías por las que hemos pasado esta tarde había largas colas para comprar un helado, lo que pone en evidencia los deseos de los suecos por ver el sol y su gusto por que llegue el buen tiempo.

Para finalizar la tarde y la jornada Silvia me invita a cenar en su casa junto a su familia, pasando un rato muy agradable junto a su marido y sus hijos. Les hago entrega de unos pequeños detalles que les he traído desde España. En la mesa no falta conversación, la crisis económica, la situación de los países del centro y sur de América, o la visión de la inmigración en Suecia, entre otros, son algunos de los temas que tratamos. De postre, una tarta de queso riquísima hecha por Silvia pone el colofón a la cena. Todo un placer compartir la tarde con Silvia y su familia; su cercanía y amabilidad me han hecho sentir muy agusto. Muchas gracias Silvia por abrirme las puertas de tu casa.

Ya de vuelta al hotel, me siento a escribir sin más dilación. No quiero acostarme muy tarde que mañana me tengo que levantar a las 6:30 h para coger el autobús y reunirme con Silvia. Mañana empieza lo bueno, puesta de largo en el cole. Ya os contaré. No olvides dejar tu comentario!

Espero todo bien por el cole.

Erasmus en estado puro.

Un abrazo para todos desde Lund.

Diego