CEIP JOSÉ RODRÍGUEZ CRUZ

martes, 21 de mayo de 2024

SMALL DIARY ABOUT MY STAY IN SIBENIK: 21/5/2024

Sibenik 6:00 h. Amanece algo nublado, parece que el tiempo va a cambiar. La previsión meteorológica para hoy no es muy halagüeña, se esperan lluvias en forma de tormenta. Veremos si nos deja disfrutar de la excursión al Parque Nacional de Krka. Echo paraguas y chubasquero en la mochila por lo que pueda pasar; espero no tener que utilizarlo.

Puntual a la cita, me recoge Antonija en el lugar acordado para dirigirnos a la escuela. En el comedor, mientras los chicos desayunan, saludo a Zeljka y charlo un rato con ella; siempre sonriente y agradable, como todos en este colegio. Nada que ver con mi experiencia en Essen (Alemania) el curso pasado donde tuve ocasión también de dar clases de Educación Física. No me gusta generalizar, pero no hace falta estar mucho tiempo en un sitio para darse cuenta si eres bien recibido; siento el calor, el afecto y la atención de todos los profesores, y eso es de agradecer y mucho.  

Mientras esperamos el bus, charlo con Antonija en el comedor sobre los efectos de la guerra de la independencia en Croacia que tuvo lugar desde 1991 hasta 1995 y sobre la falta de producción de alimentos y productos frescos en Croacia. Me comenta Antonija que en tiempos de la antigua Yugoslavia la producción de cereal de Croacia alimentaba de grano a todo el extinto estado. Ahora en cambio, apenas hay explotaciones agrícolas y ganaderas, por lo que la mayoría de los productos frescos tienen que ser importados. Todo esto, unido a  la falta de un tejido industrial y empresarial, y a la carestía de la vida, hace que muchos croatas se planteen emigrar a Alemania o a Irlanda. Por otro lado, la incidencia del turismo en los precios y la reciente entrada en el euro, tampoco ayudan demasiado. Respecto a la guerra, Antonija recuerda con pesar sus efectos y los dos años que estuvo privada de ir al colegio. Me dice que los profesores grababan las lecciones y las emitían por la radio para los alumnos.

8:30 h. Cogemos el bus para dirigirnos a la isla de Otok Visovac, situada en el precioso Parque Nacional de Krka. Al inicio del trayecto, todos los chicos, dirigidos por Ivana al micrófono, rezan unas breves oraciones de acción de gracias para que el Señor nos proteja durante el viaje y, porqué no, para que la lluvia no haga acto de presencia durante la jornada. Las caras de los chicos de 4º grado desprenden entusiasmo y alegría por la jornada que tienen  por delante, pero aún así, me sorprende su calma durante el trayecto en bus y su buen comportamiento; ninguno se levanta de su asiento ni pega voces. 

De camino a la isla, observo un paisaje muy rocoso y calizo con mucha vegetación, pero sin apenas cultivos; quitando algún campo de olivos y pequeñas huertas. Antes de bajar a la isla hacemos una primera parada en un mirador desde donde se divisa el río Krka. Las vistas son espectaculares. A nuestro lado, el último rey de Croacia, Petar Svacic, quien sentado en su trono divisa con nosotros el precioso paisaje. Hace mucho viento, alguna gorra sale volando y el tiempo comienza a ponerse revuelto. Esperamos a que los chicos terminen de almorzar, nos hacemos unas fotos de grupo y bajamos al embarcadero donde nos comunican que, debido al mal tiempo, se cancela el traslado a la isla en barco. ¡Qué mala suerte!










Al mal tiempo, buena cara. Hacemos tiempo en una pequeña atalaya con preciosas vistas. Algunos chicos juegan libremente y otros juegan conmigo a un sencillo juego de pase y recepción que les gusta mucho. El balón no es el más apropiado, pues se lo lleva el viento, pero aún así pasamos un buen rato. Lástima que Philip sufriera un pequeño percance.


Segunda parada. Centro de interpretación "Etnoland". Sale a recibirnos Ana, su propietaria y madre de alumnos del colegio, vestida con el traje tradicional croata. A su espalda, un cartel nos da la bienvenida con mención expresa a mi persona en español, lo cual me sorprende muy gratamente. Desde el primer minuto hasta el final de la visita, Ana cautiva a los chicos con sus explicaciones; transmite una energía arrolladora y sabe cómo meterse a los chicos en el bolsillo. Hacemos un recorrido por las distintas dependencias del centro mientras Ana les explica el modo de vida de antaño, los utensilios y herramientas que empleaban y cómo utilizaban distintas prendas para comunicarse y ligar. Ana habla muy bien español; me dice que lo aprendió viendo telenovelas y que le cuesta utilizar los tiempos verbales; cualquiera lo diría!!! Creo que Ana debería haber sido maestra, pues tuvo encandilados a chicos y grandes durante toda la visita y aprendimos mucho con ella.













Comemos en el restaurante del centro de interpretación un rico asado de cerdo y pollo al horno con patatas acompañado de ensalada y un típico licor de cereza. Una vez todos sentados a la mesa, damos gracias en forma de oración por los alimentos que vamos a recibir. Nuevamente, el comportamiento de los chicos a la mesa es excelente. Todos comen tranquilos y charlan sin que nadie se levante de la mesa ni vuelen los alimentos, Una vez terminan de comer salen al exterior a jugar mientras los profesores terminamos de comer. Los chicos juegan, se divierten y compran souvenirs en la tienda del centro de interpretación. Justo cuando nos dirigimos al autobús para marchamos nos cae un chaparrón.




Última parada. Centro de interpretación del Parque Natural del Krka. Los chicos reciben una animada y constructiva charla sobre el parque y las acciones permitidas en consonancia con el respeto a la naturaleza. Mientras los chicos asisten a la charla, Antonija me adentra en el poblado, el cual me dice parece un pueblo fantasma en invierno. Hacemos un rápido recorrido por sus bonitas calles, observamos sus coloridas fachadas y contemplamos su preciosa marina, donde fondean barcos de muchos miles de euros. Me dice Antonija que en verano se acercan hasta allí personajes muy famosos de talla mundial como Michael Jordan. No es de extrañar, el sitio es privilegiado. 






En el autobús, ya de vuelta a Sibenik, los chicos cantan, juegan a las cartas y charlan tranquilamente; están cansados, el día ha sido intenso, pero vienen contentos. En la explanada de entrada al colegio, las familias esperan para recoger a sus hijos, dando así fin a una larga y provechosa jornada en la que las oraciones de la mañana hicieron su efecto; la lluvia nos respetó, gracias a Dios.

Espero todo bien por el cole.

Erasmus en estado puro.

Un abrazo desde Sibenik.

3 comentarios:

  1. ¡Qué día tan bien aprovechado!! Me alegro q tú experiencia no tenga nada que ver con la del curso pasado.
    ¡Disfruta mucho!

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    1. Muchas gracias Tere por seguir mi experiencia a diario y por tus buenos deseos. Nada que ver con la última. Espero todo bien por el cole.

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  2. Disfruta de tu estancia! Como nosotros disfrutamos de tus crónicas!

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