Esta noche he dormido mejor, se nota que los días van pasando y el cansancio se acumula; ni la cama, ni la almohada, ni los nervios, son ya impedimento para caer rendido en los brazos de Morfeo. El trino de los pájaros de los árboles cercanos hace de despertador. Son las 6:30 h, comienza una nueva jornada en Essen, ciudad situada al oeste de Alemania, la cuarta más grande del estado de Renania del Norte-Westfalia con 585.000 habitantes.
Caminata mañanera de 20 minutos guiada por el Google Map para llegar al edificio donde se encuentran los alumnos más pequeños del Carl Humann Gymnasium donde hoy tendré la oportunidad de dar clase a alumnos de grado 6, el equivalente en España a sexto de Primaria. Los chicos van llegando al Instituto y esperan el inicio de las clases en el porche o charlando con sus amigos en el patio. Subo a la sala de profesores donde me espera Mr. K, profesor simpático y agradable que habla bien Inglés y algunas palabras de español. Los chicos de 6a esperan en la puerta del gimnasio su llegada, la cual reciben con alegría; constato mantiene una relación cercana con sus alumnos pues les recibe con afecto y bromea con ellos. Ya en la sala del gimnasio, espera la llegada de los alumnos que se van incorporando poco a poco tras cambiarse en el vestuario, pasa lista y me facilita los materiales necesarios para desarrollar las sesión. Clase muy numerosa de 30 alumnos con un chico con necesidades especiales, crisol de culturas y nacionalidades en el que el pelo rubio y casi anaranjado destaca sobre el resto. El gimnasio no es tan amplio como el del edificio principal, pero es los suficientemente grande y bien dotado como para permitir la práctica de cualquier deporte; qué envidia, se me ponen los dientes largos.
Hechas las presentaciones y explicadas las normas, desarrollo la sesión en Inglés esforzándome por mantener alta su motivación y atención en todo momento. Aunque el grupo es bastante hablador e inquieto, percibo que les gusta mucho la actividad física, captan rápido las reglas y que la dinámica propuesta les resulta atractiva. Finalizamos con un partido muy disputado de "Datchball" que les gusta mucho y les deja muy buen sabor de boca. Tengo la impresión que a Mr. K también le ha gustado; me dice que las reglas son similares a un juego que ellos hacen de nombre "Chikenball". Son las 9:30 h, la sesión llega a su fin entonando nuestro grito de guerra, felicitando a los alumnos por su actitud y agradeciendo a a su profesor la oportunidad brindada.
Acompaño a Mr. K durante el primer recreo de la jornada a la sala de profesores donde los docentes se encuentran almorzando. La jornada escolar de este instituto es de 8:00 a 13:20 y tiene dos periodos de recreo de 9:30-9:50 y de 11:20-11:45. El colegio dispone de una pequeña tienda en el porche de entrada donde se venden dulces y refrescos a bajo precio que, por la cola que tiene, debe tener mucho éxito entre los escolares. La tienda la regenta Rafael, un cordobés que hace las veces también de conserje al que tengo el gusto de saludar; me dice que lleva toda su vida en Alemania, pero lo cierto es que aún sigue manteniendo el acento cordobés.
9:50 h. Nueva sesión de EF con Mr. L, profesor afable y risueño que me hace entrega de una cerveza tipo pilsen alemana fabricada en Essen, cosa que le agradezco mucho. Ya en el gimnasio, clase con grupo 6e. Desarrollo la misma sesión que con el grupo anterior. La clase discurre con normalidad, percibo que las actividades les gustan y que son capaces de mantener la concentración, aunque tenga que llamar la atención a alguno que otro. Nuevamente el partido de Datchball les encanta y les deja con muy buen sabor de boca; estoy convencido que de ahora en adelante van a jugar más de una vez. Al despedirme, uno de los alumnos se me acerca y me dice si voy a volver a darles clase; señal inequívoca de que la cosa no ha ido mal del todo.
Particularmente me siento contento y cada vez más cómodo y confiado; las sesiones de hoy con los alumnos de 6º grado se han desarrollado con total normalidad y creo que les han ofrecido una visión diferente de la Educación Física a la que están acostumbrados.
Finalizada la sesión, Mr. L se ofrece a llevarme en su viejo Mercedes al edificio principal, lo cual acepto. En el trayecto me comenta las diferencias entre la cerveza Pilsen de Essen y la más tostada y amarga de Dusseldorf. Ya en la sala de profesores, aprovecho para tomar notas durante un rato en mi cuaderno de viaje y me marcho al apartamento. He quedado con María, la profesora de español a las 13:40 h. en la estación de tren para visitar Dusseldorf con el grupo de profesores españoles de Toledo que se encuentran de intercambio con sus alumnos en Essen.
La tarde se presentaba interesante pateando la ciudad de Dusseldorf, pero un problema en las conexiones ferroviarias hizo que el trayecto Essen-Dusseldorf, de apenas media hora, se prolongara casi tres horas y que no pudiéramos compartir apenas tiempo con nuestros colegas españoles. Gracias a la pericia de María con la app que gestiona los medios de transporte nacionales, pudimos llegar a Dusseldorf no sin antes realizar un sinfín de trasbordos. Una vez en Dusseldorf, gracias a José Antonio, que muy amablemente cuadró su agenda y pospuso su vuelta para acompañarnos, pudimos dar un breve paseo por la ciudad y conocer su zona centro, el ayuntamiento, la torre del castillo y la bonita zona de recreo cercana al Rin.
22:00 h. Llego al apartamento y me despido de mi colega español, mañana vuelve a España la expedición Toledana. Muchas gracias José Antonio por tu compañía y conversación, ha sido un placer compartir estos días contigo y aprender de ti. Te deseo mucha suerte en tus proyectos personales y profesionales, estoy convencido que mantendremos el contacto en España.
Jornada densa, intensa y bien aprovechada la de hoy como todas las jornadas Erasmus. Esto avanza. Mañana más y mejor. Erasmus en estado puro.
Espero todo bien por el cole.
Un abrazo.
Diego
Qué bien maestro, leerte es hacernos viajar hasta allí. Deseando saber qué tal el día de hoy!
ResponderEliminar¡Qué bien Diego q vaya todo viento en popa! Noto que estás más confiado y un poco más tranquilo. Parece que los compañeros alemanes están siendo más amables y cercanos.
ResponderEliminarEnjoy yourself!
Me voy a tener que ir de Erasmus. Estupendo relato.
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