CEIP JOSÉ RODRÍGUEZ CRUZ

viernes, 7 de abril de 2023

FAREWELL

31 de marzo de 2023: FAREWELL

Sin poder creerlo y sin apenas darnos cuenta, llega nuestro último día. Ese día que nos levantamos con la sensación de que todo se va acabando. Con tristeza, pero a la vez con alegría de volver a ver pronto a nuestras familias. Un cúmulo de sensaciones difícil de explicar. Tras tomar energía con el desayuno y quedar con nuestros amigos lusos, nos dirigimos al cole.

Son las 8:25 de la mañana y nuestra primera clase es de Matemáticas con Constantinos. Tras situarnos, en nuestra zona de observación y los correspondientes saludos, Constantinos comienza la clase. Están con los números decimales. Constantinos tiene preparada una presentación en la pizarra digital para recordar el contenido (estimaciones y cálculo). Nos llama la atención que el alumnado cuenta con una pizarra pequeña borrable, dónde con un rotulador realizan los cálculos para poder ir respondiendo a los resultados de los ejercicios propuestos. Anotamos esta idea, nos parece práctica. Además también siguen el libro de texto, en algunas ocasiones, en las explicaciones. Continúan con el contenido. En esta ocasión con multiplicaciones y divisiones por la unidad seguida de ceros. Los libros tienen una peculiaridad que también nos llama la atención, en ellos se realizan los ejercicios, respondiendo incluso a preguntas teóricas sobre el proceso de cálculo para entender el mecanismo, son fungibles, al igual que el de nuestro alumnado de 1º y 2º de Primaria, pero en esta ocasión estamos hablando que hacen este trabajo también en 6º de Primaria. Tienen una libreta pequeña pero hoy no la han utilizado. Su manera de trabajar, en este caso, es diferente a la nuestra. Constantinos nos comenta que el cole les da al alumnado, de manera gratuita, tanto los libros como las libretas.

El último tramo de la clase consiste en el uso de la aplicación “Plickers”. Cada alumno tiene que usar su tarjeta con la respuesta correspondiente, para que el profesor pueda reconocerlas con su móvil y vaya recogiendo sus respuestas que aparecerán en la pizarra digital. Además también utiliza la aplicación “Times or divide bingo” de la web topmarks, ambas les sirven, además de para repasar, para evaluar el grado de conocimiento adquirido por el alumnado.




A continuación, tras un breve descanso, nos dirigimos a la clase de Arte con Elena. Es también un 6º de Primaria. El alumnado está calmado y tranquilo cuando llegamos. Elena les está explicando los tipos de líneas. Además de presentarlas en la pizarra digital, las aprenden también en Inglés. Practican de manera libre en la pizarra digital, realizando un dibujo espontáneo, entre todo el alumnado, siguiendo las indicaciones de la profesora. Les queda curioso, parece un ratón. Les pregunta qué les sugiere el dibujo. Hay interacción en todo momento, Elena busca que se expresen a través del dibujo y el arte. A continuación les presenta una lámina de un libro de Vicent Van Gogh. Utiliza la misma técnica, en líneas, que quiere que el alumnado reproduzca. Resulta una técnica vistosa y atrayente para el alumnado. Tenemos que despedirnos, nos esperan Stalo y Christina, no sin antes tomar fotografías del aula, puesto que cuenta con unos trabajos extraordinarios realizados por los alumnos y alumnas.



Nuestra siguiente cita es con Stalo y Christina, son especialistas en alumnado con necesidades educativas. Es una de las reuniones más importantes, pues este año, éste es uno de los objetivos de nuestro proyecto ERASMUS en el que nos estamos centrando más en profundidad.

Son las 10:05 y el recibimiento en su aula es muy agradable. Tienen puesta una música relajante, no hay alumnado, porque la idea es compartir experiencias e informar al detalle de la manera de trabajar. Nos explican que ellas son especialistas de Pedagogía Terapeútica (se centra más en aspectos del lenguaje escrito ) y Audición y Lenguaje (se centra más en el lenguaje oral). Ambas trabajan juntas, con objetivos comunes, pero nos hacen ver que su aula y su manera de trabajar es funcional, que mayormente buscan la autonomía del alumnado y el que ellos puedan desenvolverse en su vida diaria, más que ser demasiado insistentes con aspectos lectoescritores. Atienden a gran variedad de alumnado con necesidades, entre otras: Autismo, TDAH (trastorno déficit de atención y/o hiperactividad), discapacidades físicas, emocionales… Nos hacen ver que para ellas es importante la integración e inclusión, pero que hay que valorar hasta dónde es efectiva y hasta dónde no. El proceso para atender a cualquier alumnado que presente algún tipo de necesidad, es parecido a nuestro sistema, aunque, cuando el tutor o tutora detecta alguna necesidad, realizan cuatro informes( PT/AL/Orientadora/Tutora), todos ellos se envían a su gobierno correspondiente. El ambiente es distendido y agradable, nuestra compañera portuguesa Daniela también explica su sistema y todas nos enriquecemos con lo distintos puntos de vista y maneras de trabajar.


Nuestra última clase del día, a las 10:55 horas, es con Gabriela y también en 6º de Primaria. Se trata de un taller de cocina. El aula está desdoblada en dos grupos. Un grupo está en Ciencias, mientras que este grupo de unos diez alumnos y alumnas van a trabajar con nosotras. El aula cuenta con dos encimeras grandes, zona de fregaderos, horno, frigorífico…está bien dotada. Además tiene otra zona con pizarra digital y pupitres para trabajar otros temas más teóricos. Gabriela nos explica que no sólo consiste en cocinar sino en aprender hábitos saludables y conocer en profundidad los alimentos con los que trabajan.

Tras mostrar la iniciativa de participar en la clase, nos colocamos nuestro gorro, guantes y nos disponemos a realizar la receta. Son unas magdalenas muy particulares porque además de llevar lo que en nuestro país le ponemos se le añaden aceitunas, perejil, cebollino y hierbabuena… Gabriela nos comenta que esta vez ha sido ella quien ha traído los ingredientes pero que, en otras ocasiones, es el alumnado quien se encarga de traerlo. El alumnado está encantado de vernos participar y hay un momento en el que,incluso, nos sale la vena artística y cantamos por el célebre maestro Antonio Molina: “Cocinero, cocinero”. El alumnado está encantado con nosotras.

Una vez terminada la masa, la pasamos a los moldes y se entra en el horno. Colaboramos en la recogida y limpieza del material y posteriormente, en el período de espera, mientras se hornean las magdalenas, Gabriela proyecta en la pizarra las propiedades de alimentos como la aceituna, el aceite de oliva… Consideramos muy productiva la sesión y bien pensada. A pesar de ser nuestra última clase, nos llevamos también otra bonita experiencia, hasta el último momento.




Ahora llegamos al momento que nunca nos gusta, y es el de la despedida. Salimos al patio. Los niños están todos en fila, cada uno con su tutor. Andri, la directora, coge el micrófono y tras decir unas palabras, todos aplauden, nosotras estamos emocionadas. Ana, coge el micrófono y antes que el alumnado abandone sus filas, agradece el apoyo recibido, lo pendiente que han estado en todo momento de nosotras y sobre todo, que, estando tan lejos de nuestras familias, aquí nos hayan acogido como parte de las suyas. Tanto profesores como alumnos aplauden. ¡Qué emocionante todo!

Andri, nos entrega nuestros diplomas por haber superado nuestro “Job Shadowing”, nos hacemos una foto y recogemos orgullosas el título, por lo que ello conlleva, superación de muchas cosas: nuestra primera salida Erasmus, los miedos del comienzo, dejar atrás nuestras familias, estar a la altura del trabajo …



Por último, y antes de salir del colegio, nos hacemos una foto de familia con todo el claustro. Foto para el recuerdo, para inmortalizar una semana de muchas y variadas experiencias que ya nos acompañarán para siempre.


Ahora es momento de hacer una evaluación de la semana, pasamos con Constantinos a la sala de profesores, allí estamos Daniela y nosotras. Constantinos nos pregunta qué tal la semana, qué nos ha parecido, qué hemos aprendido y cómo nos hemos sentido. Todas respondemos y coincidimos en que ha sido una semana inmejorable, que sólo nos llevamos cosas buenas y positivas y que no hemos podido elegir mejor sitio para empezar nuestra aventura Erasmus. Le damos las gracias por tanta implicación de todo el profesorado, por su atención en todo momento, no han dejado escapar ni un sólo detalle. Sabemos que detrás de esta semana hay un enorme trabajo previo detrás y siempre se quiere estar a la altura de lo que va a acontecer, pero les comentamos que pueden sentirse bien satisfechos porque todo ha sido inmejorable.


Salimos del colegio, nos despedimos con un "hasta la noche", porque tenemos una cena de despedida; pero ahora, era el turno de la comida. Nos dirigimos con nuestros amigos Daniela y Pedro a un restaurante, lo hemos bautizado como el “restaurante de las flores”. Es un sitio que nos recomendó Constantinos el primer día y la verdad que acertó de nuevo. El lugar era muy acogedor, había varias mesas en su interior, muchas de ellas ya ocupadas. Nos sentamos en la nuestra, nos traen la carta y tras echarle un vistazo, decidimos compartir. Pedimos una ensalada que traía entre otras cosas cilantro, lo que le daba un toque especial, estaba un poco fuerte aliñada, pero la mezcla de sus ingredientes la hacían saber muy rica. Acompañando a la ensalada pedimos también una bandeja que trae varios tipos de carne, un poco de ensalada para acompañar, con ingredientes diferentes a la que ya habíamos probado y unas patatas fritas. De postre nos traen como unos flanes pequeños con un poco de sirope de fresa encima. Disfrutamos degustando todo y de la compañía y de la conversación con nuestros amigos, en la que intercambiamos impresiones de la semana tan fantástica que hemos pasado.

Con las pilas de nuevo recargadas, tras haber comido, salimos a hacer unas compras de última hora, nos quedan algunos detalles por coger. Visitamos varias tiendas de souvenirs y encontramos lo que queremos. Ya está todo listo, nos quedamos tranquilas porque creemos que está todo controlado. El tiempo sigue avanzando, ahora parece que corre a una velocidad de vértigo, nos vamos para el hotel a descansar un poco y a hacer nuestras maletas para el regreso a nuestro país. Tenemos un pequeño problema, no nos caben las cosas, pero no es por las ropas o los regalos, no, sino que es porque va llena, cargada, lleva dentro todo lo que hemos vivido, tantos y tantos buenos recuerdos y momentos que ya forman parte nuestra vida.

Son las 6 de la tarde y empezamos a arreglarnos, nos duchamos, nos preparamos el pelo, nos pintamos y finalizamos poniéndonos nuestro vestido. La noche está fresca, pero nos vamos en coche hasta el restaurante. Cuando llegamos, Constantinos nos espera en la puerta para indicarnos por dónde acceder. Entramos y ya hay algunos compañeros sentados, tomamos nuestro sitio y empezamos a hablar. Una vez estamos todos, empiezan a servir platos, todos van al medio, son para compartir. Es un “popurrí” de todos los platos típicos chipriotas. Degustamos lo que pudimos porque pidieron tantas cosas, que no podíamos más. ¡Qué ricura de platos, todo estaba delicioso! Terminamos con el postre, nos pusieron “baklava”, es como una especie de panacota, con masa de hojaldre y miel. ¡Buenísimo!


Seguimos hablando, pero tocaba rebajar, así que con la música que nos acompañaba, nos levantamos y bailamos una canción tradicional chipriota. Formamos un círculo, pasamos la mano por encima del hombro de la compañera que teníamos al lado y empezamos a hacer lo que hacían nuestros compañeros. Nos gustó mucho porque nos metimos en su cultura, ellos disfrutaron mucho viéndonos bailar y compartir tradiciones suyas. Nosotras, que llevamos el baile en las venas, empezamos a tocar palmas y a entrelazar brazos al ritmo de la música. Ellos también nos siguen, sus caras estaban felices, las nuestras también. Fue nuevamente un momento único.

Tras el baile, algunos compañeros empezaron a levantarse para irse a su casa. Allí sólo quedamos Constantinos,Elena, Andri con su marido, Pedro, Daniela y nosotras. A eso de las 12: 15 de la noche, decidimos que ya era hora de marchar. Nos queda aún un largo trayecto por delante de viaje. Volvemos a dar las gracias por todo y salimos para el hotel. Pensamos que lo mejor sería cambiarnos de ropa para viajar cómodamente y no parar para descansar, así que cogemos nuestras maletas y bajamos a recepción. Allí habíamos quedado con Daniela y Pedro. Entregamos la llave y salimos para entrar las maletas en el coche. Una vez dentro, emprendemos nuestro viaje rumbo al aeropuerto de Larnaca, vamos un poco apretadas, pues tenemos que poner maletas en el asiento de atrás, pero va a ser cuestión de unos 45 minutos, tiempo que tardamos en llegar. Estamos ya en el aeropuerto, Pedro entrega el coche que ha alquilado para pasar su semana en Nicosia. Le dicen que está todo ok. Nos dirigimos con nuestras maletas para entrar y sentarnos, fuera hace frío. A pesar de la hora, 2 de la mañana, hay gente dentro, unos sentados, otros tumbados, unos despiertos, otros dormidos. Nosotros nos sentamos y seguimos hablando. Pesamos nuestras maletas, teníamos el presentimiento de que se van a pasar de peso y se cumple. Así que abrimos una maleta y sacamos algunas cosas. Ya creemos que va a estar bien.


Llega la hora de que nos entreguen nuestra tarjeta de embarque, así que nos dirigimos al mostrador. Pesan nuestras maletas, ahora están en su peso. Nos dan nuestra tarjeta para embarcar y ya es cuestión de que abran la puerta de embarque para poder pasar y montarnos en el avión. Esta espera se ha hecho un poco larga, se acumula el cansancio y el no haber podido dormir nada. Ocupamos nuestros asientos, el avión va a despegar. Vamos a salir del país que nos ha acogido como una auténtica familia. Tenemos una hora y media de vuelo hasta llegar al aeropuerto de Atenas. Este viaje pasa rápido, las azafatas pasan ofreciendo comida, pero no nos cabe nada, venimos recién comidas. Casi sin darnos cuenta, el avión empieza a descender para hacer el aterrizaje. Los oídos nos molestan un poco, pero mucho menos que en el viaje de ida hacia Chipre. Todo va bien. Pisamos tierra. Esperamos para poder bajarnos y buscar nuestro próximo vuelo, pero antes toca una nueva despedida; decimos adiós a Daniela y Pedro. Nos damos un fuerte abrazo y quedamos en que nos debemos una visita. Ellos se van a Estambul, nosotras a Madrid. Nos separamos y ahora sí, a buscar los paneles para ver nuestro vuelo.


El vuelo sale a la hora prevista, 8:45 de la mañana. No tenemos que recoger equipaje porque somos pasajeros en tránsito, eso hace que estemos más libres y cómodas. Abren la puerta de embarque a las 8:20, ya nos queda ese trámite para entrar en el avión. Enseñamos nuestra tarjeta y pasamos. Nos quedan 4 horas por delante. Estamos muy cansadas y nos duele la cabeza, pero ya queda menos para reencontrarnos con nuestras familias y eso nos hace que nos sintamos mejor. Comienza el despegue, ya se ve la salida, intentamos dormir. Al lado nuestra, en otro asiento, va una profesora de Santander que también ha estado de Erasmus con tres compañeras más de su instituto. Ellas han estado en Corfú, una ciudad griega. Nos cuenta su aventura y nosotras la nuestra. Eso hace que el viaje sea más ameno y que las horas pasen un poco más rápidas. Miramos el reloj y ya queda una hora para poner pie en Madrid. Intentamos cerrar los ojos, pero ya es imposible, nos puede el nerviosismo de saber que estamos ya muy muy cerca del final de nuestra aventura. Son las 11:40, ¡estamos en Madrid!, nos cambia la cara, el ánimo y todo. Aún quedaba una sorpresa. Recogemos nuestro equipaje en la cinta y salimos a buscar un taxi, y he ahí la sorpresa, Jose, el marido de Ana está allí. Se ha presentado para recogernos. No podemos creerlo, parece un sueño, pero no, es una realidad. No tenemos que esperar más tiempo allí. Subimos al coche e iniciamos el camino de vuelta a casa. Tan sólo 4 horas nos separan de nuestros niños y demás familiares. Todo ha salido a pedir de boca. Avanzando por la carretera, después de bastantes kilómetros, vemos una señal donde pone Comunidad Autónoma de Extremadura y unos kilómetros más adelante, provincia de Badajoz. Es cuestión de una hora, lo que nos queda, para abrazarnos con los nuestros.

Después de una semana en la que lo hemos dado todo, en la que la ilusión ha sido el ingrediente principal de nuestra primera aventura Erasmus y donde la palabra que más hemos pronunciado en estos días es “gracias”, sí gracias: a nuestro coordinador Diego Alías, ha sido el capitán del barco, pero no un capitán cualquiera, sino el mejor posible; qué capacidad de trabajo, de empatía, de entrega. Nos hemos visto respaldadas por él, pero no sólo ahora, desde el principio. Nos buscó el lugar al que ir, lo movió todo para que así fuera posible, habló con la agencia para que nos buscara los billetes y para reservar el hotel. Estamos muy orgullosas de ti, gracias por facilitarnos todo, por seguirnos y no dejarnos sola en ningún momento sabiendo que, además de nosotras, también tienes a tu familia, el trabajo en el colegio y que nos has entregado parte de tu tiempo.

Agradecemos también al claustro de compañeros, ellos son los que han tenido que sustituirnos para cubrir nuestras salidas, a una altura de trimestre, en la que los días ya pesan. Al equipo directivo porque también nos han acompañado en esta aventura a través de sus teléfonos móviles, teniendo cada una de ellas sus circunstancias personales, lo que hace que aún le des más importancia. A Tere Flores porque es la encargada de poner las sustituciones y esta semana ha tenido un trabajo extra con nosotras, pero que igualmente ha estado en todo momento pendiente de nosotras. A todas las personas que han leído día a día nuestra aventura, la cual hemos tratado de contar con “pelos y señales” para que os pudiérais sentir más próximos a nosotras. A Constantinos, el coordinador Erasmus del colegio y a todos y cada uno de los que componen el claustro por haberse volcado con nosotras. Y como no, a la ciudad de Nicosia, nuestro sitio de acogida, por habernos tratado tan tan bien, desde el segundo uno hasta el último.

Ha sido nuestra primera experiencia de movilidad Erasmus, pero también sabemos que tras ella, van a venir muchas más.

4 comentarios:

  1. Gracias a vosotras por dejar listón bien alto, por dejar atrás a vuestras familias para vivir una aventura que nos va llenar a todos con vuestras vivencias y aprendizajes. Ese mi trabajo y lo he hecho con mucho gusto.
    Encantada de leeros todos los días y de vivir la experiencia con vosotras.

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  2. Felicidades Ana y Sonia por vivir la experiencia al más puro estilo Erasmus. Gracias por hacernos partícipes de vuestras vivencias y aprendizajes a diario. Mi más sincera enhorabuena!

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  3. Fue un placer recibirlos en Chipre y en nuestra colegio. En cuanto a ti fue tu primera experiencia en Erasmus, lo mismo para nuestra colegio que tuvo su primera experiencia europea. Estoy seguro de que nuestra cooperación continuará.

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    1. Thank you so much dear friend. There is no better place to live an Erasmus mobility; marvellous country and great friends. Always thankful for your generosity and kindness. You made my colleagues feel as home. The doors of my school are open to welcome you again!

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