Inicio
la segunda etapa de mi aventura en Chipre y la redacción de este
pequeño diario de abordo con el que pretendo haceros nuevamente
partícipes de mi experiencia Erasmus. Tras realizar acciones de
observación el curso pasado en dos colegio chipriotas, este año
daré clases de Educación Física en esos mismos colegios a chicos
de 5º y 6º de Educación Primaria.
15:45
h. Estación de autobuses de Villlafranca. Me despide toda mi
familia, son sólo un par de semanas, pero por los besos y abrazos
que nos damos parece que no vayamos a vernos en un larga temporada.
Les echaré mucho de menos. Por delante cinco horas y media de camino
antes de llegar a Madrid que se me hacen muy pesadas. Ya no sé cómo
ponerme. Espero pronto un tren rápido para Extremadura, no es de
recibo que de Villafranca a la capital de España se tarde más que
de Madrid a Nicosia. Extremadura y su gente se lo merece con creces.
21:30
h. Por fin llego a la Estación Sur. Cojo un taxi. De camino al
hotel, el taxista, muy entendido él, pone en cuestión las alertas
científicas sobre el calentamiento global y el cambio climático.
Dado su grado de sabiduría, asiento a todo lo que dice sin entrar
demasiado en la conversación.
Erasmus en estado puro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario