Nuevo
día Erasmus en Limassol. Hoy no hay cole, se celebra el día de la
educación, fiesta que aúna lo religioso y lo educativo. Visitaré
las montañas de Troodos con Christi y su familia. Está nublado, no
amenaza lluvia de momento, pero en la montaña seguro hará frío. No
me he traído mucha ropa de abrigo, espero que el chaquetón, guantes
y bufanda sea suficiente.
Bajo
a desayunar. En una mesa cercana hay tres personas y no puedo evitar
escuchar su conversación. El señor habla un inglés muy fluido pero
noto que tiene una pronunciación muy española. Una persona se
acerca y le pregunta el nombre. Su respuesta, “Manel”, me
confirma que somos paisanos o casi. Coincidimos a la salida del
comedor y aprovecho para preguntarle: “Sorry, are you spanish?”
Me dice que sí y empezamos a hablar en español. Aunque con
nacionalidad andorrana, nació en Madrid y trabaja en Bruselas; es el
coordinador a nivel europeo de la tarjeta joven y tiene unas jornadas
de trabajo con los responsables de los distintos países. Me pregunta
qué me trae por aquí y le cuento. Cuando estás fuera siempre es
grato encontrarte con personas de tu país. En fin, españoles por el
mundo.
Subo
a la habitación y preparo mochila. Hago tiempo, aún queda una hora
para que me recoja Christi. Leo la prensa y la dolorosa derrota en la
final del Open de Australia del gran Rafa Nadal.
11:30
h. Llega Christi y su familia algo apurada por unos minutos de
retraso. No hay problema, le digo, no te preocupes. Nos saludamos, me
presenta a su marido y su hija y le hago entrega de un pequeño
regalo. Me alegro de ver a Christi de nuevo, el año pasado tuve
ocasión de observar una de sus clases y comprobar lo buena maestra
que es. Emprendemos rumbo a Troodos Mountains, en el camino parada
para comprar un café. A los chipriotas les encanta el café. En el
trayecto hablamos sobre fútbol, vinos y, como no, del colegio y de
nuestros proyectos europeos. Christi es una de las maestras que
viajará a España del 22 al 26 de mayo en el marco de nuestro
proyecto E+KA2 “Play with me and teach me”. Comenzamos a subir,
la temperatura baja a -4º, la nieve es cada vez más notoria y el
paisaje cada vez más bonito. Nieva débilmente.
La
hija de Christi disfruta mucho de la nieve con sus padres, tiene
apenas cuatro años y es su primera experiencia. Yo, no tanto, no voy
equipado y no puedo hacer mucho más que fotografiar el paisaje; con
lo que me gusta batallar en la nieve… mecachis!!! Me acuerdo mucho
de mis hijos. Tengo guantes pero apenas siento los dedos. Tras un
buen rato de disfrute el pelo de Marillia y sus guantes comienzan a
mojarse y la niña empieza sentirse incómoda. Decidimos calentarnos
en la cafetería de la estación de esquí. Una infusión hace las
veces de radiador para mis dedos, no los aparto de la jarra hasta que
empiezo a sentirlos. Mientras, charlo con Neophytos sobre los
salarios y sobre el coste de la vida en Chipre y en España.
Dejamos
la pequeña estación de esquí e iniciamos bajada destino Platres,
pequeña villa turística con hermosas vistas. En el trayecto, el
cansancio y la calefacción del coche vencen a Marillia. Hacemos
parada en un restaurante tradicional donde improvisamos con sillas
una pequeña cama para la hija de Christi. Mientras, comenzamos a
degustar diversos platos muy ricos de la gastronomía tradicional
chipriota. Ensalada, cordero, ternera, pasta, champiñones y patatas
fritas conforman el menú. Hablamos sobre los políticos, el deporte
y los efectos de la crisis en Chipre entre otros temas. Decidimos
tomar café y postre en otro sitio.
Continuamos
la bajada. Hacemos un alto en una pequeña fábrica/bar de dulces
típicos chipriotas. Christi y Neophytos me dicen que los dulces de
Katerina son los mejores y más famosos del país. Nos los dan a
probar y nos ponen un plato con diferentes variedades junto a una
jarra de agua y vasos. Nos sentamos y comenzamos la degustación. Ya
entiendo lo del agua, están excesivamente dulces. Tras cada bocado
necesitas un trago de agua, de lo contrario es imposible digerir
tanta azúcar. Pruebo pequeñas porciones de todos los sabores.
De
vuelta a Limassol se nota el cansancio, comienza a oscurecer y la
conversación es menos fluida. En el hotel, invito a Christi y su
familia a tomar algo pero declinan amablemente mi invitación, es
tarde y mañana hay que trabajar.
Ya
en la habitación, hablo con mi mujer, atiendo whatsapp y me siento a
escribir el relato del día.
Magnífica
jornada la de hoy en la nieve junto a Christi y su encantadora
familia. Muchas gracias por vuestro tiempo y generosidad. Ha sido un
placer compartir el día con vosotros, me he sentido muy agusto.
Gracias de corazón.
Erasmus
en estado puro.
Espero
todo bien por el cole. Un abrazo desde Limassol.
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