SMALL DIARY ABOUT OUR STAY IN KROSNO_22_05_2018

Tercer día en Krosno. 5:30 h. de la mañana, suena el despertador. Hoy tenemos previsto realizar la primera de las dos salidas que figuran en el programa. Bieszczady Mountains primero y Solina Lake después, serán nuestros destinos. Nuestros alumnos esperan en el punto de reunión con caras de sueño junto a sus padres de acogida; no acostumbran a levantarse a esa hora. Nos reciben con un aplauso. Subimos al autobús y emprendemos la marcha. El autobús está tranquilo, es muy temprano aún para cantar, gritar y levantarse el asiento; todo a su tiempo.

El trayecto hasta las montañas me sirve para seguir observando más detalles de la vida aquí. Observo cómo muchos niños van en bicicleta, mochila al hombro, por su carril bici o acera al colegio. Me llama la atención igualmente la estructura de los cementerios y la disposición de las tumbas; si en España solemos enterrar a nuestros muertos en recintos cerrados generalmente tapiados y en nichos que en muchas ocasiones presentan varias alturas, aquí los cementerios son perfectamente visibles a los ojos de cualquiera desde el exterior, pues apenas hay cerramiento que lo delimite y las tumbas de los difuntos están todas en el suelo. De igual modo, observo que la entrada de muchas casas está presidida por una pequeña hornacina dedicada a la Virgen o a algún Santo, cosa que se repite en los márgenes de las carreteras. 

Comienzan las curvas, vamos subiendo, todo muy verde. Preciosos bosques de cedros se mezclan con espectaculares praderas donde pastan las vacas a sus anchas; precisamente tenemos que detener el autobús porque un rebaño de vacas se encuentra en la carretera; hecho éste que provoca el alboroto de los chicos.

Veo varios aserraderos y empresas dedicadas al tratamiento de la madera para la construcción. Polonia posee una de las más extensas y bonitas zonas boscosas de Europa, lo que hace que muchas de las construcciones tengan la madera como elemento. Carreteras estrechas y muchas curvas hacen que algunos niños comiencen a marearse; menos mal que estamos llegando a nuestro destino y ninguna de ellas vomita, porque se podría haber provocado una reacción en cadena. 

Llegamos a Bieszczady Mountains, donde nos espera un viejo y genuino tren de carbón que nos adentra en las montañas. Cada delegación se sube a un vagón. En el trayecto, charla, bromas y mucha risa mientras contemplamos el espectacular paraje que nos brinda la naturaleza. Las gominolas y los frutos secos comienzan a rular. La Srta. Lola y la Srta. Coro intentan sonsacarles el nombre de los chicos y chicas que les gustan; qué risas, hacemos piña. Fin del trayecto de ida; la parada, en medio de las montañas, sirve para ir al baño y comprar algunos regalitos de recuerdo en dos pequeñas tiendas de souvenirs y buscar el teléfono de Javier Apolo que misteriosamente ha desaparecido. Misterio resuelto, lo tenía en la mochila. El trayecto de vuelta finaliza con aplausos a eso de las 11:15 h. Noto que el viaje en tren ha gustado mucho a nuestros alumnos.

Cogemos nuevamente el autobús para iniciar la segunda etapa de la aventura de hoy rumbo a Solina Lake; un precioso lago reclamo turístico y deportivo plagado de tiendas, cafeterías, bares, restaurantes y bungalows de alquiler. En el bus, nuestros chicos cantan "cómeme el donut" entre otros temas, intercalando canciones con los chicos italianos a quienes les gusta mucho cantar. 

Cogemos el barco en Solina; un barco de dos plantas que nos lleva a una isla en cuyo restaurante la organización polaca tiene previsto que comamos. La sopa tradicional de tomate con pasta de primero, no parece ser del agrado de Javier Apolo y Paula, quienes se tapan la nariz para meterse en la boca unas cucharadas. Pablo, hace ascos, pero se come un poquito, y Silvia y Manuel repiten. El filete de carne con dos bolas de puré de patata y una pequeña ensalada, tiene más aceptación. 

De vuelta al puerto, hacemos tiempo y nos comemos un helado mientras los chicos juegan a "Tierra, mar y aire". Aunque en el trayecto de ida en barco cayeron unas gotas, el tiempo acompaña, la temperatura es ideal. Hora de salida de bus vuelta a Krosno, las 16:45 h; mientras tanto, nuestros chicos compran refrescos, helados y algún que otro souvenir para la familia. Emprendemos vuelta a Krosno.

18:00 h. Ya en Krosno, las familias de acogida esperan puntuales a la cita como siempre para recoger a nuestros alumnos. Nos despedimos hasta mañana.

La Srta. Lola, la Srta. Coro y yo quedamos a las 19:00 h. en recepción para seguir conociendo la ciudad  y tomar algo por ahí. Nos apetece dar un paseo tras tanto tiempo en el autobús. Nos dirigimos a la plaza mayor de Krosno y damos una vuelta por sus alrededores. Entramos en una iglesia donde los niños que hicieron la primera comunión el año pasado, están celebrando su primer aniversario, vestidos con una túnica blanca ancha como si se tratara de un angelito. De vuelta al hotel, paramos en un snack-bar para picar algo. No podemos entretenernos mucho, mañana hay que madrugar como hoy, vamos a Cracovia.

Espero todo bien por el cole. Esto avanza. Erasmus en estado puro.

Un abrazo desde Krosno.

Diego