CEIP JOSÉ RODRÍGUEZ CRUZ

lunes, 23 de octubre de 2023

OBSERVACIÓN TERE Y BRIGI RUMANÍA: 22/10/2023

A las 8.00 horas de la mañana partimos rumbo a Madrid, donde nos espera un vuelo de aproximadamente 3 horas. Gracias a la grata compañía y a la buena conversación, las cinco horas en bus hasta Madrid no se nos hicieron demasiado pesadas. ¡¡¡Tren digno para Extremadura ya!!!!

Salimos de la Estación Sur de Madrid y cogemos un taxi al más puro estilo Erasmus; nos toca un conductor marroquí que durante el trayecto al aeropuerto nos cuenta cosas de su país y de su religión. Una vez en el aeropuerto, tenemos tiempo suficiente para comer y tomar café tranquilamente antes de facturar nuestro equipaje. Pero... ¿cuál es nuestra sorpresa al llegar al mostrador de facturación? La azafata nos comunica muy amablemente que nuestro vuelo llega con retraso de aproximadamente 1 hora. ¡Uff tenemos que esperar más tiempo!


Pasamos el control y estamos pendientes de las pantallas a la vez que vamos comprobando que se va retrasando aún más. Con hora y media de retraso, por fin sale nuestro vuelo rumbo a Budapest a las 19.20 h. Comienza a llover justo en ese momento cosa que no nos preocupa, ya que estamos contentas porque por fin, partimos.

Ya en el avión, tres horas dan para mucho. Hablar, comer, dormir, pero, sobre todo, echar cuenta del tiempo que nos queda para llegar, descansar y estar “frescas” para la mañana siguiente.

A las 22.20 h. aterrizamos en el aeropuerto de Budapest, para nuestra sorpresa, es muy pequeño. Tratamos de buscar a alguien con un cartel en el que ponga “ROTEXIM” que será la persona encargada de llevarnos hasta Oradea, nuestro destino final, pero allí no hay nadie. Buscamos por el aeropuerto, donde no hay mucho que buscar, porque como hemos dicho anteriormente es pequeño, y no encontramos a nadie con esa “mágica palabrita” para nosotras. 
En ese momento, escuchamos a Betty, una señora no muy mayor que pregunta por el mismo contacto que el nuestro. Entablamos conversación con ella, nos cuenta que viene de Madrid también pero, que vive en Rumanía. Suena el móvil de doña Tere, es un número extranjero, suponemos que será el transfer. El conductor no habla muy bien inglés y lo mezcla con su lengua materna, el rumano. Sólo logra entenderle que no está en el aeropuerto, y que tenemos que esperar, pero no lo entiende bien y es por eso, le pide a Betty que hable con él. Tras la conversación mantenida por ambos, nuestra nueva compañera de viaje nos dice que tenemos que esperar hasta las 24:00 h; el transfer anterior se ha marchado porque el vuelo llegó con retraso. Cogemos nuestros bocadillos y sin ganas de comer, cenamos.

24:00 h, llega el transfer, pero aún tenemos que esperar a más pasajeros. Nuevo retraso. Después de casi 30 minutos viajamos en un minibús con destino a Oradea. Ya sólo nos quedan 3 horas para llegar, las cuales se convierten en 3.30 horas. Además, hay que sumar 1 hora más por el huso horario. En Rumanía es una hora más tarde. En resumen, 5:00 h. de la mañana cuando hacemos el checking en el hotel.

Termina nuestra odisea después de 21 horas de viaje, pero no sin perder la ilusión en este gran proyecto.

1 comentario:

  1. Qué orgullosos estamos de vosotras, sois unas súper campeonas, saliendo adelante, con esa experiencia que empieza a cargarse, ayer no fue muy bien el día y sabemos que estáis agotadas, pero también sabemos que os vais a dejar la piel allí. ¡¡Vamos chicas!!!!

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