Solo hemos dormido 2 horas, pero no pasa nada, tenemos muchas ganas de empezar la jornada. Tomamos un buen desayuno y tras asearnos, bajamos a la entrada del hotel donde esperamos a nuestra socia rumana, Tunde Selle, quien vendrá a buscarnos en coche.
Reina la puntualidad en Rumanía y a la hora exacta nos encontramos con ella, la cual está un poco cambiada y al principio no la reconocemos. Saludos afectuosos y rumbo al coche para ir al colegio. Llegamos al colegio, donde nos están esperando con los brazos abiertos. El recibimiento es espectacular, con bailes típicos de Hungría y una canción que es el himno del colegio. Curioso el instrumento, la cítara, que toca uno de los alumnos mientras su compañera canta.
Es uno de los colegios donde la mayoría son húngaros. Nos regalan un obsequio hecho con flores secas y nos hacemos fotos con todos los cursos con el cartel del proyecto Erasmus. Siguiendo el programa establecido, vamos a la clase de inglés de 4º, donde observamos cómo trabajan la lengua inglesa junto con el medio ambiente.
Llega nuestro momento, el de nuestra presentación. Vamos al comedor, un lugar más espacioso donde caben todos los alumnos de 4º. Hay un simple proyector y una pantalla que en ese mismo momento el conserje del colegio cuelga. Preguntamos a Tunde si tiene un portátil o usamos el nuestro, a lo cual nos responde muy amable que nos traerá uno. Una vez conectado empezamos la presentación. Va todo fenomenal hasta que llegamos al vídeo de la marca España. No se reproduce, no tenemos conexión a internet. En ese momento nos damos cuenta de que en lo que se refiere a nuevas tecnologías, van un poco por detrás de nosotros. No hay wifi en el cole. Solventamos el problema compartiendo internet con un móvil. Finalizamos nuestro trabajo contestando preguntas de los alumnos, los cuales han estado muy atentos.
Es hora del recreo. Vamos a la sala de profesores, donde nos ofrecen café y dulces. Aprovechamos el momento en el que estamos solas con Tunde para darle nuestro regalo, el cual le ha gustado mucho, y para preguntarle sobre el sistema educativo en Rumanía, pues nos llama la atención que en cada clase hay dos maestros/as. Ella nos dice que en Rumanía hay dos docentes a media jornada para cada asignatura, a excepción de las asignaturas de Religión, Inglés y Educación Física en el que hay solamente uno/a. Hoy estaban allí todos para recibirnos.
Tras el pequeño descanso, nos pide que le acompañemos a las clases. Cuál fue nuestra sorpresa cuando en cada una ellas, nos estaban esperando para entregarnos un regalo; regalos hechos con materiales reciclados, muy curiosos y superlindos.
Volvemos al hotel, siempre nos acompañan y nos traen en coche. Buscamos un restaurante para comer y compartir en ese momento nuestras muy buenas sensaciones. No tenemos mucho tiempo, ya que a las 15.30 h. nos vienen a buscar dos compañeras para hacernos un tour por la cuidad. Al más puro estilo inglés, están esperándonos a la hora acordada. Estamos muy cansadas, aún no hemos dormido, pero tenemos muchas ganas de conocer la cuidad.
Dos nuevas maestras que vamos a conocer: la maestra de informática y la directora. Es esta última quién nos explica los lugares más emblemáticos de la cuidad, edificios con mucho valor arquitectónico donde predomina el Art Nouveau. Son espectaculares y mucho más cuando nos cuenta la historia que hay detrás de ellos.
Conocemos por Gabriella, la Sra. Directora, que hay tres religiones: católica, ortodoxa y protestante; que hubo un dictador que quiso destruir las iglesias; que existía un edificio donde se reunían los escritores famosos, incluso vamos al ayuntamiento donde nos enseña el salón de plenos. Es un lujo conocer la cuidad y su historia de viva voz de Gabriella.
Mientras paseamos también hablamos de otros temas. Conocemos de primera mano que los maestros y profesores allí trabajan solo 18 horas semanales, que hoy es el día de las Fuerzas Armadas, o que el nombre del colegio se debe a Szacsvay Imre, quien firmó la separación del Imperio Astrohúngaro.
Por último, nos llevan a un mirador en una colina, desde donde podemos ver toda la ciudad y el inicio de los Cárpatos. Las vistas son espectaculares.
Regresamos al hotel donde cumplimos con nuestro compromiso de mantener informados de nuestra experiencia Erasmus a toda la Comunidad Educativa.
¡Volvemos mañana con más cositas!
Con tan sólo dos horas de descanso y en pie para empezar con la mayor ilusión del mundo, grandes compañeras, Erasmus en estado puro, dejando el listón como nuestro colegio se merece. Vamos, vamos, vamos!!!!!!
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